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P
ero surgieron los imprevistos!
Lo cierto es, que junto a los límites de la finca de la familia de
Oscar, estaban los terrenos de un tal Sam (del que no puede
decirse que fuese un buen vecino).
Para no ser menos, envidioso como siempre, también Sam había
comprado un nuevo tractor. Pero había calculado mal, al comprar un
tractor grande, poco manejable y costoso que empezó a patinar en el
barro y terminó chocando con los árboles.
Samestaba hecho una furia! Con todo,Oscar yTony decidieron acudir en
su ayuda: desganchando
a Panzer, sacaron el gran
tractor fuera de las hileras
de plantas.
Sam no entendía nada.
“Pero cómo?” – se decía
– “Cómo es posible que
un niño y un tractor que
hace la mitad del mío
puedan trabajar donde yo
no puedo?”.
O
scar y Tony
no hicieron
casoy,unavez
r emo l c ado ,
volvieron con Panzer a
rociar los frutales.
Por la tarde volvieron
al prado con Buff-Buff,
la autocargadora para
recoger el heno.
Después le llegó el turno
a Zac, el elevador, gracias
al cual Tony Tigre cargó
algunas balas de paja del
almacén para alimentar
a las vacas.